La figura del responsable de continuidad de negocio proporciona estabilidad al sistema: es el encargado de garantizar que frente a cualquier situación inesperada la organización cuenta con la capacidad suficiente para mantenerse sin que sus operaciones se vean afectadas. Se trata de un perfil profesional muy exigente que requiere de una gran preparación y que, precisamente por este motivo, está tan valorado en el ámbito de la consultoría.